Hipotiroidismo
Apreciado Amigo/a:
Esta semana trataré un problema cada vez más común entre la población en general pero que tiene fácil solución sin recurrir a los medicamentos. Es el hipotiroidismo.
Espero que le guste
Un abrazo,
Ignacio Chamorro
Director de Instituto Clark España
Miembro de la Dr. Clark Research Association
La práctica totalidad de los hipotiroidismos tienen 3 factores desencadenantes que suelen darse a la vez, porque todos trabajan en sinergia, es decir, se apoyan.
Estos 3 factores son:
1. Presencia de patógenos (parásitos, bacterias y/o virus) en glándula tiroidea, que por supuesto no suelen ser detectados en los controles habituales.
2. Toxicidad de halogenuros y/o metales pesados, que tampoco es tenida en cuenta.
3. Déficit de iodo en glándula (en el artículo de la semana pasada ya vimos que la práctica totalidad de la población sufre un déficit de iodo).
Estos 3 factores causantes del hipotiroidismo también lo son de la práctica totalidad de las patologías autoinmunes, ya que en más del 90% hay déficit de iodo, lo cual lleva implícita una acumulación de metales pesados (o halogenuros) y una presencia de patógenos.
Pero, ¿qué es lo que ocurre en nuestro organismo cuando padecemos hipotiroidismo?
En primer lugar, debemos saber que un hipotiroidismo nos puede llevar a una muy diversa sintomatología como:
Hipertensión, falta de concentración, infertilidad, irritabilidad, irregularidades en las menstruaciones, poca memoria, ganancia de peso, pulso bajo, pérdida de cabello, fatiga, colesterol alto, piel seca, depresión, estreñimiento, intolerancia al frío, pies y manos frías, ojos hinchados, calambres musculares, debilidad en general, etc.
Para el hipotiroidismo lo más importante es la suplementación con iodo Lugol, porque entre las primeras reacciones orgánicas que se producen ante un déficit de iodo, destacamos déficit en la producción de suficiente hormona tiroidea, así como un incremento de los anticuerpos antitiroideos y una bajada del sistema inmune en general.
En un caso de déficit de iodo, se debe suplementar con iodo Lugol un mínimo de 6 meses con una dosis de 6 gotas disueltas en agua 2 veces diarias para llegar a la saturación y posteriormente bajar a una dosis de mantenimiento de 6 gotas una vez al día.
En nuestro organismo la glándula pituitaria controla a la tiroides con la hormona TSH (tirotropina) que estimula a ésta para fabricar T4, que a su vez es convertida en T3 que es la forma activa de hormona tiroidea.
La T4 tiene 4 moléculas de iodo y la T3 tiene 3 moléculas del mismo.
En el hipotiroidismo la TSH se eleva, porque al haber un déficit en la producción de hormona tiroidea aumenta esta hormona TSH que es la que ordena a la glándula tiroides que fabrique más hormona tiroidea.
Es muy común que, al comienzo de la suplementación con Lugol en una persona con hipotiroidismo, la hormona TSH pueda subir de 0,5 – 3 que es el nivel normal, a 20-30 durante varios meses, pero no nos debe extrañar porque esta hormona tiene 2 funciones en nuestro organismo:
- Ordena a la glándula tiroides que fabrique hormona tiroidea.
- Estimula la producción de células de transporte sodio/iodo.
Estas células de transporte de iodo suelen estar afectadas por la acumulación de bromo en la glándula, por lo cual deberemos tratar de eliminar la ingesta de este tóxico limitando al máximo los productos de panadería que son ricos en éste.
Paralelamente, la suplementación con Lugol nos ayuda a desintoxicarnos tanto del bromo como del flúor y la utilización a diario de sal del Himalaya o sal marina sin refinar también es fundamental para ayudarnos a excretar bromo, ya que las dietas bajas en sal nos están haciendo acumular hasta un 800% más de bromo que una dieta con sal del Himalaya o sal marina sin refinar.
Volviendo a la importancia de la suplementación con iodo Lugol en estos procesos diremos que cuando el ioduro presente en nuestro organismo llega a la tiroides, se oxida formándose iodine y para oxidarse necesita peróxido de hidrógeno y tiroperoxidasa (TPO). Si nuestro organismo padece un déficit de iodo (lo más normal en la gran mayoría de la población) entonces no hay frenos en la oxidación del iodo por exceso de peróxido de hidrógeno. Este exceso a su vez daña la TPO y se producen anticuerpos anti TPO que dañan la tiroglobulina y el cuerpo produce anticuerpos antitiroglobulina.
Por otro lado, si no hay un nivel adecuado de iodo en los tejidos dependientes de éste, habrá más incidencia de cáncer porque no hay apoptosis celular (suicidio de las células cancerosas).
La apoptosis se regula por la iodolactona al igual que la excesiva proliferación celular. Y para que se produzca esta iodolactona es necesaria la ingesta de aproximadamente 15 mg./día de iodo.
Para la correcta oxidación del ioduro a iodine también es necesaria la iodolactona, y también es fundamental la suplementación con vitamina B2 (100 mg.), vitamina B3 (500 mg.), al igual que para la producción de peróxido de hidrógeno. Añadiremos a la suplementación vitamina C (aproximadamente 2 gramos 3 veces al día), MSM y ácido tióctico para ayudar a detoxificar de metales pesados.
Otro suplemento fundamental para los procesos tiroideos es el selenio, ya que:
- Es necesario para producir glutatión peroxidasa que nos ayudaría a reducir un posible exceso de peróxido de hidrógeno que puede causar daño oxidativo en la TPO e inducir a una tiroiditis autoinmune.
- Suele ser común un déficit de selenio por no encontrarse presente en la alimentación habitual y /o por la acumulación de metales pesados en glándula.
- La T4 se convierte en T3 por la hormona iodotironina deiodinasa que contiene selenio.
Es fundamental para regular la tiroides y el metabolismo del iodo.
PROTOCOLO CLARK PARA HIPOTIROIDISMO Y TIROIDITIS AUTOINMUNE
1º Limpieza intestinal
2º Desparasitación de áscaris
3º
– Complejo B: 1 cápsula (530 mg.) en el desayuno.
– Vitamina B2: 1 cápsula (300 mg.) en la comida.
– Vitamina B3: 1 cápsula (25mg.) en la comida.
– Óxido de magnesio: 1 cápsula (540mg.) en desayuno, comida y cena.
– Vitamina C: 2 gramos en desayuno, comida y cena.
– Selenio: 1 cápsula (200 mcg.) en desayuno.
– MSM: 1 cápsula (650 mg.) en desayuno.
– Ácido tióctico: 1 cápsula (350 mg.) en desayuno.
– Sal del Himalaya: de 2 a 6 gramos repartidos en las principales comidas.
Lugol: 6 gotas en agua, 2 veces al día entre comidas, durante los 6 primeros meses. Después 6 gotas una vez al día.
Articulo escrito por Ignacio Chamorro, Miembro de la Dr Clark Research Association
En estos artículos no recibirá consejos médicos, pero sí pautas basadas en la naturopatía, la nutrición orto-molecular y las investigaciones de la Dra. Clark. Los consejos dados no implican necesariamente que la medicina oficial esté de acuerdo con ellos.
Para cualquier consejo médico acuda a su médico!