La semana pasada comenzamos a abordar el tema de los trastornos mentales según la perspectiva de la terapia Clark y explicamos la relación con tóxicos y patógenos.
En esta segunda parte trataremos la relación con los metales pesados y micotoxinas y veremos los pasos fundamentales a seguir según la Terapia Clark.
Espero que le guste
Un Cordial saludo,
Ignacio Chamorro
Director de Instituto Clark España
Miembro de la Dr. Clark Research Association
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TERAPIA CLARK EN LOS TRASTORNOS MENTALES (PARTE 2)
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Bien, ya sabemos que la mayor parte de nuestros inmunosupresores vienen del agua, pues bien, casi todos los alimentos que consumimos tienen estos mismos agentes depresores de nuestro sistema inmunológico, ya que a través del procesamiento de estos alimentos, se utiliza la misma agua contaminada.
Las frutas y verduras son rociadas con ceras, colorantes, pesticidas (talio), antibrotes, antimoho, por lo que tienen gran cantidad de metales pesados, colorantes azoicos y ácido malónico (principal causante de las degeneraciones y fallos renales), por lo que la dra. Clark recomienda lavar 2 veces (de un minuto) con agua caliente, y pelar éstas (ya que los tóxicos penetran más allá de la piel), además de ozonizar y zappicar estos alimentos antes de consumirlos (más adelante hablaremos de estos procedimientos).
Debemos ser conscientes de que estamos rodeados de tóxicos, y éstos nos tienen continuamente inmunodeprimidos, y el concepto de inmunosupresión que explica la dra. Clark no tiene que ver con la cantidad de glóbulos blancos que tiene un organismo, tiene que ver más bien con la calidad de éstos, y eso es algo que en los análisis convencionales no se ve.
¿Cómo puede ser posible que en un alto porcentaje de enfermos de cáncer, el recuento de células del sistema inmunológico esté dentro de los límites normales?, pues porque estas células, están intoxicadas con metales pesados, solventes, colorantes, etc, de forma que no pueden atacar a los patógenos porque no los pueden sentir, y aunque los integrantes de este ejército inmunitario estén presentes en el número adecuado, están “ciegos” para atacar. La Dra. Clark comprobó que en el momento en que alimentábamos y detoxificábamos a nuestros glóbulos blancos con selenio, hortensia y escaramujo, éstos comenzaban a soltar su carga tóxica en los riñones para poder excretarla a través de la orina, y automáticamente comenzaban a atacar bacterias, virus, oncovirus, etc…, por lo que es fundamental, a la vez que evitamos la ingesta “consciente” de tóxicos, dar de comer a nuestros glóbulos blancos estos tres suplementos.
De los diferentes tóxicos que nos contaminan, hay 2 que nos preocupan más en las patologías que vamos a abordar:
Por un lado, los metales pesados y por otro las micotoxinas.
METALES PESADOS: Cada uno de nosotros, sano o enfermo acumula metales pesados a medida que envejece, pero son siempre los mismos. Son metales procedentes de nuestras enzimas y de los invasores presentes en nuestros cuerpos (fundamentalmente, bacterias y hongos). Estos son el cobre, cobalto, cromo, vanadio, oro, germanio, molibdeno, rutenio, rubidio, selenio, magnesio, zinc, hierro, níquel e iridio.
El cobre, por ejemplo, nos produce las típicas manchitas marrones de la edad, el cobalto nos produce enfermedades cardíacas, el vanadio altera la producción de anticuerpos y glóbulos rojos, el óxido de germanio provoca déficit de WBC, el cromo trae problemas de regulación del azúcar sanguíneo y dolores, el oro se socia a enfermedades en ovarios, diabetes, priones y obesidad, y el níquel trae consigo infecciones recurrentes, calvicie, alergias, etc.
Estos mismos metales son usados por parásitos, bacterias, virus y priones, por lo que podríamos calificarlos como el combustible de nuestras enfermedades. Pero al margen de esta intoxicación por metales involuntaria, existe otra parte voluntaria más peligrosa, como decía la Dra. Clark: “debemos desenamorarnos de los metales”. Los metales se encontraban a salvo bajo tierra, y nosotros hemos cavado para extraerlos, los lanzamos al aire (estroncio en los fuegos artificiales), los expulsamos en el humo de los coches, nos ponemos anillos, cocinamos con ellos, y los añadimos a las comidas. “Nos rebozamos en metal”.
En el cloro corriente utilizado para el agua, hay 20 diferentes metales pesados, en un chupa-chup, hemos testado 40 metales, también están presentes en nuestras bocas, por los trabajos dentales inadecuados, en los utensilios de cocina, en las monturas de las gafas, relojes, pulseras, joyería, tuberías, y en los productos de higiene personal (jabones, champús, pastas de dientes, etc…).
Además de otros efectos nocivos como inmunodepresión, determinados metales como el oro y el níquel detienen el flujo de acetilcolina y epinefrina (nuestros principales neurotransmisores), con lo que aquí ya vamos viendo una conexión con las disfunciones cerebrales. Asimismo el aluminio, que no es componente natural de ningún ser vivo, se introdujo en nuestra dieta, con la invención de las levaduras industriales (aluminio añadido a un líquido burbujeante) y está relacionado directamente con el herpes, el virus Epstein barr (fatiga crónica),… y como veremos más adelante con el alzheimer y las migrañas.
Metales pesados y minerales son lo mismo pero con diferente forma química. Un mineral puede ser utilizado por una enzima o un animal. Un metal pesado, no.
En el agua los minerales se encuentran en forma inorgánica, con lo que no pueden ser utilizados por el ser humano (ni por el resto de animales). Sólo las plantas pueden asimilar los minerales inorgánicos.
Los metales pesados intoxican nuestros glóbulos blancos e impiden su formación. Expulsando los metales de nuestro organismo, además de subir nuestro sistema inmunológico, podemos eliminar muchas bacterias y virus, que necesitan la presencia de metales para sobrevivir.
Al margen de los metales pesados, vamos a hablar ahora de otros tóxicos que son los principales implicados en las esquizofrenias. Éstos son: las micotoxinas.
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MICOTOXINAS Y ESQUIZOFRENIA
Las micotoxinas son sustancias procedentes de los hongos. Estas sustancias poseen una elevadísima toxicidad en el organismo humano, sobre todo en el cerebro y en el hígado.
En todas, absolutamente todas las esquizofrenias encontramos una altísima concentración de toxinas en el cerebro, pero las que más influyen directamente en la sintomatología Son las micotoxinas.
En la esquizofrenia sin embargo, no es necesaria la presencia de metales pesados, y prueba de ello es que ya se habla de esquizofrenia en la antigüedad antes de que existieran los dentistas, y los niños sin metales en la boca y los animales también la sufren, aunque no hayan estado expuestos directamente a metales pesados.
Las micotoxinas, a la vez que se acumulan en el cerebro del esquizofrénico, van destruyendo el hígado (órgano fundamental en la detoxificación de éstas), con lo que la toxicidad en el cerebro cada vez es mayor. Paralelamente a esto, nos encontramos con que la medicación convencional para estos cuadros también es hepatotóxica, por lo que al cabo del tiempo la sintomatología empeora.
Todas estas micotoxinas son producidas por determinados hongos y por las bacterias shigella y micobacterium phlei.
Dependiendo de la mayor o menor presencia y de la actuación de una u otra micotoxina, la sintomatología en el enfermo de esquizofrenia cambia de estados de paranoia a oír voces, pasando por comportamientos compulsivos. Aunque no es estrictamente necesaria la intoxicación con metales pesados en estos cuadros, lo cierto es que la presencia de alguno de ellos como el plomo, el cobre y el cadmio en el cerebro agravan la patología, probablemente por el apoyo que estos metales le prestan a parásitos, bacterias y hongos.
Las principales micotoxinas encontradas en los pacientes con esquizofrenia son:
ALCALOIDES DEL ERGOT (cornezuelo del centeno):
Este pequeño hongo está parasitando ciertos cereales como el centeno, trigo, avena y cebada. El principio activo de los alcaloides del ergot es el ácido lisérgico del que deriva el L.S.D (uno de los alucinógenos más potentes)
ESTERIGMATOCISTINA:
Que además de producir síntomas de esquizofrenia, puede activar la formación de tumores en diferentes órganos. Está presente por lo general, en cacahuetes y lácteos (sí, hemos dicho lácteos)
AFLATOXINAS B:
También es conocida su acción caranogénica a nivel hepático y provoca daños a nivel ocular. Está presente en maíz y arroz
CITOCOLASINA B:
Puede encontrarse en casi cualquier alimento
Paralelamente a las micotoxinas, también encontramos en el cerebro de personas esquizofrénicas, diversos patógenos.
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PATÓGENOS ENCONTRADOS EN EL CEREBRO DE ENFERMOS CON ESQUIZOFRENIA
- Strongyloides: es un parásito de muy fácil infección porque ésta puede ser por vía transcutánea (sin necesidad de que exista una herida abierta), simplemente por una mínima erosión que puede ser causada por andar descalzo. Este parásito es portador de hongos.
- Áscaris: Portador de bacterias y hongos, productores de neurotoxinas, además de ser el propio áscaris productor de tóxicos por sí mismo.
- Ancyclostoma: también es portador de bacterias y hongos productores de neurotoxinas. Al igual que los strongyloides, su infección también puede ser transcutánea, lo cual aumenta la facilidad de ésta.
- Shigella: bacteria productora de toxinas presentes en nervios y cerebro.
- Micobacterium phlei: al igual que la anterior, esta bacteria también es productora de neurotoxinas.
PASOS FUNDAMENTALES EN LOS ENFERMOS DE ESQUIZOFRENIA
- Eliminar parásitos, bacterias y hongos:
A través de:
Protocolo de limpieza intestinal (http://terapiaclark.info/limpieza-intestinal/), al que se añade en esta patología el aceite de orégano (uno de los más potentes antifúngicos conocidos) y el zápper de la Dra. Clark. Este protocolo conlleva agentes antiparasitarios, antibacterianos y antifúngicos. La tintura de nogal negro, la cúrcuma, el hinojo, el lugol y el aceite de orégano eliminan la gran mayoría de los patógenos.
Desparasitación de áscaris (http://terapiaclark.info/desparasitacion-ascaris-oxiuros/), con megadosis de coenzima Q10, l,cisteína, y aceite de oliva ozonizado.
Zápper (http://terapiaclark.info/varizapper-y-platos-de-zappeo/), aparato inventado por la Dra. Clark, que emite un barrido de frecuencias y elimina del organismo parásitos, bacterias, virus y hongos, todos ellos responsables del desarrollo de la enfermedad, además de estimular el sistema inmunológico, energizando nuestros glóbulos blancos aunque estén intoxicados con agentes inmunosupresores.
- Evitar la ingesta de patógenos
Tan importante como la eliminación de los patógenos, es no ingerir más a través de alimentos, para que no vuelvan a colonizar el cerebro.
Aquí es fundamental la utilización de varios procedimientos:
Ozonizado de alimentos: Un ozonizador desinfecta comidas y bebidas, ya que el ozono puede matar bacterias, virus, huevos de parásitos, larvas de tenia presentes en nuestros alimentos, en sólo 10 minutos. Además al ozonizar, los colorantes azoicos, las sustancias fenólicas y los estrógenos presentes en nuestra comida, pueden ser también destruidos en 15 minutos sólo.
Debemos introducir la comida dentro de una bolsa de plástico y cerrar la bolsa con la manguera del ozonizador dentro. Una vez se haya ozonizado 10 minutos, deberemos dejar la bolsa cerrada otros 10 minutos para que el ozono actúe.
Ozonizado de nuestro entorno: Es la mejor manera de limpiar casa, oficina, coche…, y eliminar los patógenos que pueden infectarnos. Simplemente se necesitarán 10-15 minutos por cada habitación. El ozono no deja ningún residuo tóxico y es de rápida acción. Es importante que no se encuentren dentro de la habitación mientras se ozoniza ninguna persona ni animal de compañía.
Zappicado de alimentos (http://terapiaclark.info/zappicador-de-alimentos/), a través del otro aparato de su creación, denominado zappicador, la doctora consiguió aplicar 3 tipos diferentes de energía a los alimentos (eléctrica, magnética y física), con lo que polarizamos hacia el norte los alimentos, que es la polaridad de la salud. Cuando un alimento está fresco, su polaridad es norte, pero la mayor parte de los alimentos que consumimos tienen polaridad sur, incluidas frutas y verduras, ya que pasados 3-4 días de su recolección del árbol o de la tierra, la polaridad norte que tenían, cambia a sur. La polaridad norte nos aporta salud. Asimismo, al zappicar los alimentos destruimos los huevos de parásitos y sus larvas, las bacterias, los virus y los priones.
Lavar frutas y verduras: con 1 a 3 gotas de lugol o HCL al 5% (ácido hidroclorhídrico), por cada litro de agua, para de esta forma desinfectarlos.
- DETOXIFICAR MICOTOXINAS
A través de determinados suplementos conseguimos eliminar del cerebro y resto del organismo las micotoxinas.
Éstos son:
Vitamina C: Al menos un gramo en cada comida, ayuda a la detoxificación de las micotoxinas presentes en esos alimentos.
Acido tiótico: Fundamental para la detoxificación de toxinas y la regeneración hepática de los pacientes. Mínimo una vez al día.
Niacinamida: Detoxifica toxinas presentes en organismo y alimentos. Suplementarse, al igual que la vitamina C, con cada comida.
Glutation: También es imprescindible en la detoxificación al menos una vez al día (preferiblemente por la noche).
OTRAS AYUDAS FUNDAMENTALES PARA LA ESQUIZOFRENIA SON:
- Evitar microondas y grill porque muchos minerales se oxidan pasando a ser metales tóxicos que alimentan patógenos y deterioran el sistema inmune.
- Consumir agua procedente de destiladora o filtro de ósmosis inversa, para evitar los metales pesados y otros inmunosupresores.
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Destiladora de Agua: http://terapiaclark.info/category/aparatologia-clark/
Articulo escrito por Ignacio Chamorro, Miembro de la Dr Clark Research Association
En estos artículos no recibirá consejos médicos, pero sí pautas basadas en la naturopatía, la nutrición orto-molecular y las investigaciones de la Dra. Clark. Los consejos dados no implican necesariamente que la medicina oficial esté de acuerdo con ellos.
Para cualquier consejo médico acuda a su médico!