Frankincense


 

imagen-jefeApreciado Amigo/a:

Hoy vamos a hablar de un producto muy utilizado últimamente por la medicina alopática en patología degenerativa pero que la Dra. Clark llevaba más de 20 años recomendando, este maravilloso producto es el frankincense (aceite esencial de incienso).

Espero que le guste

Un abrazo,

Ignacio Chamorro

Director de Instituto Clark España

Miembro de la Dr. Clark Research Association


 

El frankincense (aceite esencial de incienso) es uno de los mejores suplementos utilizados desde la antigüedad. Es extraído del árbol de la boswellia y su origen es Oriente Medio, India y África.

En sus países de origen se considera un aceite sagrado y lleva utilizándose miles de años (recordemos que uno de los tres regalos de los reyes magos a Jesús fue el incienso).

Desde la antigüedad se quemaba para desinfectar los lugares con gran acumulación de peregrinos para evitar las infecciones, dado su alto poder contra bacterias y otros gérmenes y también se ingería para multitud de dolencias ya que es un magnífico antiséptico, antiinflamatorio y analgésico.

Recientemente empieza a ser usado en hospitales europeos y americanos ya que su acción derivada de más de 20 principios activos es espectacular tanto a nivel mental como físico:

1) Ayuda en procesos de estrés, ataques de pánico y depresión. Sólo inhalándolo a través de un difusor de aromas y frotando una gotita (diluido en un poco de aceite de coco) en la planta de nuestros pies nos reducirá el estrés, la ansiedad y las emociones negativas.

2) Es una excelente ayuda para el sistema inmunológico y puede destruir a ciertos parásitos, bacterias y virus. También puede ser utilizado para gérmenes en la piel, boca y resto del organismo, así como en el ambiente. A nivel oral podría ser de gran ayuda en las gingivitis, dolores de muelas y cualquier forma de infección en la cavidad oral, realizando enjuagues con 1 o 2 gotas de aceite diluidas en aproximadamente medio vaso de agua.

3) Equilibra niveles hormonales y podría reducir síntomas derivados de la menstruación y la menopausia equilibrando nuestras hormonas. También regula la producción de estrógenos y puede reducir el desarrollo de quistes en mujeres premenopáusicas.

4) Reduce el acné y la aparición de puntos negros. Protege las células de la piel y previene la aparición de arrugas. Deberemos mezclar entre 4 y 6 gotas con aceite preferiblemente de coco para aplicárnoslo. Testar antes sobre la piel para evitar cualquier reacción alérgica, aunque estas no son muy comunes.

5) A nivel digestivo ingiriendo una gotita dentro de una cápsula vacía (o sobre un trocito de pan o galleta) nos mejorará gases, estreñimiento, dolor de estómago, síndrome de intestino irritable y calambres. También ayuda a la digestión en forma parecida a las enzimas digestivas. Si vamos a ingerir el aceite debemos estar seguros de que es 100% puro aceite.

6) A nivel respiratorio nos ayudará en resfriados e infecciones respiratorias. Puede eliminar flemas de los pulmones y también actúa como antiinflamatorio de los conductos nasales haciendo la respiración más fácil. También es muy útil en casos de alergias y asma.

7) A nivel emocional nos induce a una sensación de paz y relajación ya que transmite distintas ondas frecuenciales al sistema límbico modulando su funcionamiento y recordemos que quien regula las emociones que relacionan al cerebro con el cuerpo es el sistema límbico.

En los procesos de miedo incontrolable, ansiedad, trastorno bipolar, depresión y autismo hay una alteración en el sistema límbico. Por otra parte, el sistema límbico también está involucrado en el control de otras funciones como la memoria, el sueño, la conducta sexual, el apetito y el sistema olfativo, por lo que en cualquier de estos trastornos podría sernos de utilidad el frankincense.

Debemos saber asímismo que una alteración en el sistema límbico marca el comienzo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer en que los enfermos sufren de una marcada atrofia en el hipocampo. También la epilepsia suele ser consecuencia de una esclerosis en el hipocampo derivada de una disfunción a nivel de sistema límbico; otros sentimientos como la ira, el sosiego, el placer y hasta las adicciones se inician en el sistema límbico.

8) Ayuda en procesos dolorosos e inflamatorios a nivel muscular y articular masajeando con él la zona, utilizando un difusor de aromas y también ingiriendo (dentro de una cápsula vacía) 1 gotita, 1 o 2 veces al día.

El frankincense contiene ácido boswéllico que nos ayuda a combatir la inflamación, inhibiendo la 5-lipooxigenasa que está implicada en todos los procesos inflamatorios y además actúa contra las citoquinas, y los radicales libres, implicados ambos en estos procesos, interrumpiendo los procesos inflamatorios. El frankincense ejerce una importante acción para detener múltiples procesos en los que la inflamación es la base, como artritis reumatoide, enfermedad de Crohn, colon irritable y colitis ulcerosa, asma bronquial, cáncer, etc…

9) Cáncer: en el caso de esta enfermedad, el frankincense no sólo reduce la inflamación, sino que directamente ataca a las células cancerígenas sin dañar en absoluto las células sanas.

Un estudio realizado en 2009 demostró su efectividad en varios pacientes con cáncer de vejiga deteniendo el desarrollo y la actividad del tumor. Otro estudio de 2012 ha demostrado que un componente llamado AKBA eliminaba las células cancerígenas resistentes a la quimioterapia. En 2015 se observó que, con la aplicación local, y la ingesta de éste, las células de cáncer de mama detenían su crecimiento y morían por apoptosis.

No obstante, la Dra. Clark ya utilizaba el frankincense en los pacientes oncológicos desde antes del año 1995, con muy buenos resultados, ya que este aceite esencial separa el núcleo del citoplasma en las células cancerosas cerrándolo para detener la producción de códigos de ADN dañados.

Por otro lado, los monoterpenos contenidos en él tienen el poder de llevar a la destrucción de las células cancerosas en cualquier etapa de su desarrollo. Existen 17 principios activos con acción anticancerígena en el frankincense pero en lo que a cáncer se refiere los más potentes son los monoterpenos y los sesquiterpenos; los monoterpenos además de luchar contra las células tumorales eliminan toxicidad del hígado y los riñones, con lo cual nuestro sistema inmune puede trabajar más eficientemente al poder nuestros glóbulos blancos deshacerse de la carga tóxica que está inhibiendo su función en estos procesos. Los sesquiterpenos traspasan la barrera hematoencefálica y además de estimular el sistema límbico, eliminan las microrroturas del hipotálamo y la pituitaria presentes en todos los cánceres, como descubrió la Dra. Clark y lo explica en su libro “La cura y prevención de todos los cánceres”.

Se puede disolver en aceite de coco y aplicar sobre la zona del tumor 3 veces al día, además de ingerir 1 gotita 2-3 veces diarias en cápsula vacía o en un trocito de pan, galleta, etc. Asímismo, es tremendamente eficaz cuando se frota en la planta de los pies, en la cual están reflejados todos los órganos del cuerpo.

 

INTERACCIONES Y EFECTOS SECUNDARIOS DEL FRANKINCENSE

Por lo general es muy bien tolerado y no se conocen efectos secundarios, sin embargo, recomendamos no ingerir cantidades mucho mayores a las expuestas en el presente artículo. No obstante, consulte a su médico o terapeuta.

Articulo escrito por Ignacio Chamorro, Miembro de la Dr Clark Research Association

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En estos artículos no recibirá consejos médicos, pero sí pautas basadas en la naturopatía, la nutrición orto-molecular y las investigaciones de la Dra. Clark. Los consejos dados no implican necesariamente que la medicina oficial esté de acuerdo con ellos.

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