El principal motivo por el cuál más del 90 por ciento de la población tiene parásitos es la falta de métodos de diagnóstico fiables y precisos. Las pruebas para detectar parásitos no se realizan de forma rutinaria y en caso de realizarse suelen limitarse a observar si hay parásitos o huevos de los mismos en las heces; el problema es que mediante el examen microscópico de las heces es imposible detectar parásitos que estén en pulmones, cerebro, útero, ovarios, próstata, vejiga, etc.
La elevación de los eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco que destruye parásitos, es casi siempre un indicador de infección parasitaria. El problema es que los eosinófilos se elevan cuando la infección es reciente; si los parásitos llevan mucho tiempo en el organismo, el nivel de eosinófilos desciende incluso a valores normales. En conclusión, si los eosinófilos están altos hay parásitos casi con total seguridad, pero unos niveles bajos no implican necesariamente ausencia de parásitos.
Las pruebas de inmunodiagnóstico basadas en detección de antígenos de parásitos, o bien de los anticuerpos generados por el organismo contra estos, son precisas, pero el problema es que a nivel comercial solo hay disponibles pruebas para detectar los parásitos más frecuentes como oxiuros, ascárides, tenias, duelas hepáticas y poco más; esto significa que si una persona se infecta con un parásito poco habitual, este no será identificado por la sencilla razón de que no hay pruebas específicas para detectarlo.
Hace apenas unos días, la revista Emerging Infectious Diseases publicó un interesante caso clínico que tuvo lugar en Australia. En enero de 2021 una mujer de 64 años fue ingresada tras haber sufrido diarrea, dolor abdominal y tos durante tres semanas. Tras realizar diversas pruebas le fue prescrito un tratamiento a base de prednisona. Al año siguiente, en 2022, empezó a experimentar amnesia y depresión, por lo que se le realizó una resonancia magnética cerebral en la que se apreció claramente una lesión en el lóbulo frontal derecho. Se le practicó una biopsia cerebral abierta y se halló un gusano de ocho centímetros moviéndose en la parte dañada. El parásito era un ejemplar de Ophidascaris robertsi, una especie que teóricamente solo parasita a pequeños mamíferos y a un tipo de serpiente llamado pitón de alfombra. Hasta ahora no se tenía constancia de que dicho parásito pudiese infectar a humanos. Este caso clínico deja de manifiesto la escasa fiabilidad de las pruebas convencionales para detectar parásitos, pues los médicos no fueron capaces de identificar la causa de la lesión cerebral hasta que abrieron el cráneo y encontraron un gusano de ocho centímetros moviéndose en la zona afectada (!).
Debido a que es muy difícil saber exactamente qué parásitos en concreto tiene una persona, lo más seguro es tomar UNA COMBINACIÓN DE VARIOS ANTIPARASITARIOS PARA MATAR A TODOS LOS PARÁSITOS indiscriminadamente, sean del tipo que sean. La doctora Clark desarrolló dos protocolos desparasitantes altamente eficaces: uno de amplio espectro a base de tintura de nogal negro, ajenjo y clavo y otro específico para ascárides y oxiuros a base de cisteína, Q10 y aceite ozonizado, pues la tintura de nogal, el ajenjo y el clavo no son efectivos frente a ascárides y oxiuros. Es muy importante tener en cuenta que hay que hacer los dos protocolos, pero no a la vez, primero uno y después otro, pues ambos actúan sobre parásitos distintos; por tanto, NO SON INTERCAMBIABLES SINO COMPLEMENTARIOS.
El aceite ozonizado es lo único efectivo para destruir huevos de ascárides. Es importante destruir los huevos, pues de poco o nada sirve matar a los parásitos si los huevos permanecen indemnes y eclosionan al cabo de dos semanas. El aceite ozonizado debe ser preparado en el momento, de lo contrario no es eficaz, por eso los aceites ozonizados que se venden en farmacias para el tratamiento de úlceras y otras afecciones cutáneas NO SON APTOS para destruir huevos de ascárides. Para poder obtener un aceite ozonizado capaz de destruir los huevos de ascárides es necesario el ozonizador Oxygenius. Lo puedes adquirir pulsando AQUÍ.
Si quieres saber en detalle cómo es el protocolo desparasitante de amplio espectro de tintura de nogal negro, ajenjo y clavo, PULSA AQUÍ.
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Articulo escrito por Ignacio Chamorro, Miembro de la Dr Clark Research Association
En estos artículos no recibirá consejos médicos, pero sí pautas basadas en la naturopatía, la nutrición orto-molecular y las investigaciones de la Dra. Clark. Los consejos dados no implican necesariamente que la medicina oficial esté de acuerdo con ellos.
Para cualquier consejo médico acuda a su médico!