LA TAURINA (3ª parte)
Son muchas las magníficas funciones que ejerce la taurina en nuestro organismo. En esta tercera y última parte de mi artículo.
Espero que le guste
Un abrazo,
Ignacio Chamorro
Director de Instituto Clark España
Miembro de la Dr. Clark Research Association
Trastornos Hepáticos
De todas las benéficas acciones que desarrolla la taurina en el organismo, quizá la mejor conocida y estudiada sea la que ejerce a nivel hepático. No olvidemos que la taurina se aisló por primera vez a partir de bilis de toro. La taurina solubiliza el colesterol impidiendo que precipite formando cálculos. Asimismo, favorece la excreción de bilirrubina, siendo muy útil en el tratamiento de la ictericia. Al mismo tiempo la taurina aumenta la producción de bilis e incrementa la fluidez de la misma. Pero sus efectos a nivel hepático no se limitan al sistema biliar, pues la taurina es un gran protector hepático, disminuyendo la formación de radicales libres en el hepatocito y sirviendo de substrato con que conjugar numerosos tóxicos.
La taurina protege frente a los efectos del acetaldehído generado durante la metabolización del etanol y por si fuera poco, revierte la esteatosis hepática o hígado graso pues aumenta la actividad de la enzima carnitina palmitoil transferasa, la cual se encarga de combinar los ácidos grasos con carnitina de manera que estos puedan entrar en la mitocondria para producir energía.
De cualquier modo, la disminución del acúmulo de grasa en hígado no se debe solo a su efecto estimulador del metabolismo lipídico, sino que también es resultado de su acción protectora y antitóxica pues no debemos olvidar que la esteatosis hepática es la mayoría de las veces consecuencia de una sobrecarga tóxica. La taurina es un antídoto de primera frente a numerosos tóxicos y fármacos. Hasta hace poco se utilizaba la N-acetilcisteína como antídoto en casos de intoxicación por paracetamol. Recientes investigaciones demuestran que la taurina es igualmente eficaz.
Trastornos Cardiovasculares
La taurina nuevamente nos sorprende con su versatilidad. En primer lugar, la taurina reduce de manera muy eficaz el colesterol, aunque no debemos olvidar que este no se convierte en realmente peligroso mientras se mantenga en unos niveles por encima de 300 mg/dl. Sí han leído bien no es ninguna errata ¿Qué ha sido de aquel antiguo adagio médico que afirmaba que los niveles de colesterol deberían ser iguales a 200 más la edad? El colesterol solo se convierte en un problema cuando se eleva por encima de 300 mg/dl y más. Existen muchos otros factores capaces de deteriorar las arterias mucho más importantes que el colesterol. Entre ellos se encuentran el estrés oxidativo, la insulinorresistencia, la hiperglucemia, el exceso de agregación plaquetaria, hiperhomocisteinemia…. Pues bien, la taurina influye de manera muy favorable sobre todos estos parámetros. Además, la taurina es un poderoso antioxidante, aumenta la sensibilidad a la insulina, presenta una acción hipoglucemiante y también reduce la tensión arterial en parte debido a su efecto diurético y debido a que aumenta la excreción de ácido úrico, el cual al inhibir la enzima óxido nítrico sintasa, reduce la formación de óxido nítrico, un poderoso vasodilatador.
Asimismo, se ha comprobado que las plaquetas deficientes en taurina son mucho más sensibles al efecto del ácido araquidónico, ácido graso que estimula de manera muy notoria la agregación plaquetaria, hasta el punto que si se inyecta en forma libre a un conejo este muere en pocos segundos con todas las plaquetas “apelotonadas” obstruyendo el flujo sanguíneo.
No debemos olvidar que una inadecuada función renal a la larga SIEMPRE REPERCUTE DE MANERA NEGATIVA SOBRE LA FUNCIÓN CARDÍACA Y LA SALUD ARTERIAL. Es por ello que aquellos enfermos aquejados de insuficiencia renal, presentan una probabilidad de muerte por accidente cardiovascular o insuficiencia cardíaca mucho mayor que la media. José Castro, naturópata español y máximo exponente de la medicina natural y el vegetarianismo en España hasta 1980, afirmaba que las enfermedades cardíacas no debían ser tratadas, sino que se corregían por sí solas normalizando la función renal, y la taurina es un excelente protector renal.
Más asombroso aún es el hecho de que la suplementación con taurina reduzca los niveles de homocisteína. Ello en principio es aparentemente contradictorio pues la taurina es un derivado de la homocisteína. En bioquímica suele ser frecuente que el producto de una reacción inhiba esta misma reacción cuando aumentan los niveles de este. Es un proceso de retroalimentación negativa necesario para mantener la homeostasis y una correcta concentración de moléculas en el organismo. En el caso de la taurina no es así, pues según revelan las últimas investigaciones, los niveles sanguíneos de taurina guardan una relación de proporcionalidad inversa con los de homocisteína.
Se piensa que en cierta medida esto podría deberse a que la taurina inhibiría la absorción intestinal de metionina, que es el aminoácido precursor de la homocisteína. Asimismo, la taurina protege a las células frente a los daños causados por el exceso de homocisteína en sangre, por lo que unos niveles idénticos de homocisteína en dos individuos, ejercerán un efecto perjudicial diferente en función de los niveles de taurina del individuo. Se piensa que la taurina reduce los niveles de homocisteína al disminuir la absorción de metionina.
No podíamos terminar este apartado sin mencionar el efecto inotrópico que ejerce la taurina sobre el miocardio. Inotrópico significa que aumenta la fuerza de los latidos cardíacos. Además, la suplementación con taurina ejerce una acción antiarrítmica. No debemos olvidar que la carencia severa de taurina produce como resultado una acentuada degeneración del miocardio.
Alcoholismo
Como vimos anteriormente, la taurina ejerce un efecto protector sobre el hígado. Esto incluye los efectos del alcohol. Pero la taurina no se limita a hacer más tolerable la ingesta de alcohol, sino que ha demostrado ser muy útil en los tratamientos de deshabituación del mismo, facilitando la abstinencia. El Acamprosato, medicamento utilizado para ayudar a la deshabituación del alcohol y hacer más llevadera la abstinencia del mismo, es un derivado de la taurina.
La Taurina como Neurotransmisor Inhibitorio
La taurina ejerce un efecto calmante y favorecedor del sueño pues actúa como un neurotransmisor inhibitorio. También se ha utilizado con éxito en casos de epilepsia, sin embargo, parece ser que al cabo de unas semanas deja de ser eficaz. Las personas depresivas siempre muestran niveles reducidos de taurina en plasma. La taurina es por tanto una ayuda muy útil en casos de depresión, insomnio, agresividad, ansiedad, adicciones, hiperactividad, etc.
La Taurina aumenta la Biodisponibilidad del Magnesio
La taurina es fundamental para que el magnesio entre en la célula por lo que unos niveles inadecuados de taurina darán lugar a una “pseudocarencia” de magnesio. No debemos olvidar que el magnesio activa más de 300 enzimas en el organismo. Por lo tanto, la taurina aumentará notablemente, la eficacia de cualquier programa que incluya suplementos de magnesio.
Taurina y Salud Retiniana
La retina es uno de los tejidos con mayor concentración de taurina. Se sabe por experimentos animales que una carencia severa de taurina da lugar a degeneración de la retina. La taurina es indispensable para el correcto funcionamiento de los conos, las células fotorreceptoras responsables de que seamos capaces de percibir la luz. Asimismo, la taurina protege la retina frente al daño oxidativo provocado por la luz intensa, especialmente los rayos ultravioleta.
La Taurina y los Estrógenos
Desde hace cientos de años se sabe que las mujeres son mucho más propensas al desarrollo de cálculos biliares. Ello se debe a que los estrógenos inhiben la síntesis de taurina y a su vez, como la taurina aumenta la excreción de hormonas esteroides, esta reducción de la síntesis de taurina redunda en una menor eliminación de estrógenos y por consiguiente un aumento de los niveles de estos que a la vez disminuyen la síntesis de taurina. Resulta fácil caer de este modo en un ciclo de retroalimentación positiva, es decir, un círculo vicioso. En todos los casos de hiperestrogenismo es de gran importancia suplementar con taurina.
Taurina e Intoxicación por Metales Pesados
La taurina al igual que muchos otros compuestos azufrados, presenta especial afinidad por los metales pesados, combinándose con los mismos. Por este motivo, favorece la eliminación de los mismos del organismo. Existen interesantes estudios en los que se observa cómo una alta dosis de metales pesados en la alimentación de los animales de laboratorio no produce alteraciones orgánicas si al mismo tiempo se administra una dosis fuerte de taurina. En efecto, la taurina protege las neuronas frente al estrés oxidativo y el daño al ADN producido por el arsénico o los riñones frente a los efectos del cadmio. Insistimos que estos efectos solo son observables cuando se administran dosis de varios gramos diarios (150mg/kg aproximadamente) durante una larga temporada.
Posología
La mayor parte de los estudios en los que la taurina ha demostrado ejercer efectos positivos utilizaron dosis de varios gramos diarios. Una buena dosis puede ser 6 gramos diarios repartidos en tres tomas. Es recomendable consumir la taurina con estómago vacío. La taurina se absorbe muy eficazmente. Además, no compite con otros aminoácidos por lo que se puede tomar simultáneamente con cualquiera de ellos. La taurina no presenta contraindicaciones y se puede (o, mejor dicho, se debe) tomar de forma indefinida. Existen algunos estudios que afirman que la taurina exacerba los efectos ulcerogénicos de la aspirina, por lo que no sería recomendable tomar simultáneamente ambas. De cualquier modo, si hubiera que elegir entre si tomar taurina o aspirina está claro que habría que escoger la primera opción. A parte de esto, la taurina no interacciona de manera negativa con fármacos u otros nutrientes.
Las dosis que han demostrado ejercer efectos terapéuticos notorios son de entre 3 y 12 gramos. Sin embargo, si se va a tomar de continuo, tal y como es recomendable, una dosis de 6 gramos será más que satisfactoria.
Creo que llegados a este punto no merece la pena insistir más acerca de la utilidad de este sencillo, pero extraordinario aminoácido. Virtualmente no existe individuo sano o enfermo que no pueda beneficiarse de la benéfica acción de la taurina, pues no existe nadie que no se vea afectado en mayor o menor medida por el estrés oxidativo, los metales pesados, un pobre control de la glucemia, trastornos hepáticos, disbacteriosis, permeabilidad intestinal, ácido úrico, trastornos renales, hipoclorhidria o mala circulación… por citar unos pocos ejemplos. No en vano se ha dicho que la taurina es una “molécula maravillosa”. Sinceramente, no nos cabe la menor duda.
Articulo escrito por Ignacio Chamorro, Miembro de la Dr Clark Research Association
En estos artículos no recibirá consejos médicos, pero sí pautas basadas en la naturopatía, la nutrición orto-molecular y las investigaciones de la Dra. Clark. Los consejos dados no implican necesariamente que la medicina oficial esté de acuerdo con ellos.
Para cualquier consejo médico acuda a su médico!