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Apreciado Lector:

La semana pasada comenzamos a tratar el tema de la hipertensión arterial.

En el artículo que le presento a continuación, hablaré de la última fase para tratar la hipertensión arterial, que es el abordaje por medio de suplementos naturales de la arteriosclerosis, para así mejorar todo nuestro sistema cardiovascular y de esta manera regular nuestra tensión arterial.

 

Espero que le guste

Un Cordial saludo,

 

Ignacio Chamorro

Director de Instituto Clark España

Miembro de la Dr. Clark Research Association

 


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ARTERIOESCLEROSIS

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Los billones y billones de células que componen nuestro organismo requieren un suministro constante de nutrientes sin los cuales perecerían en minutos. Tan vital abastecimiento se lleva a cabo mediante un prodigioso conjunto de conductos: las arterias.

De que este conjunto se halle limpio y sin obstrucciones, depende en gran medida la salud general de cualquier ser vivo. No en vano William Osler, eminente médico canadiense, considerado uno de los más importantes de todos los tiempos, dijo que “El hombre tiene la edad de sus arterias”.

Han transcurrido más de cien años desde que Osler plasmará su saber en tan acertada máxima y sin embargo, sigue, y seguirá siendo irrefutable.

No obstante, la importancia que tiene un sistema arterial limpio para la salud en general y la longevidad, el ser humano desde que nace, no cesa de vulnerar y ensuciar dicho sistema.

¿Qué factores perjudican las arterias? ¿Por qué se produce la arterioesclerosis?

Afortunadamente, dichas cuestiones han sido resueltas hace décadas, por lo que, a día de hoy, conociendo las causas podemos erradicar completamente los trastornos circulatorios. A este respeto no podemos dejar de mencionar al tan difamado colesterol, ¿verdaderamente es el colesterol el responsable de la arterioesclerosis con su cotejo de consecuencias, llámense infartos, derrames, apoplejías…?

¿Qué hay de cierto en ello? Como ha sucedido en muchas ocasiones a lo largo de la historia de la ciencia, se ha confundido el efecto con la causa. Si bien es cierto que en las lesiones arterioescleróticas se hallan depósitos de colesterol, amén de otras muchas substancias, ello no significa que el colesterol sea el causante de dicha lesión, sino como ahora sabemos es un mecanismo de defensa al que recurre el organismo en última instancia para sellar pequeños desgarros y fisuras en la túnica interna de las arterias. Sería más sensato indagar en el por qué de tales microtraumas.

A continuación, enumeraremos y detallaremos todos los factores que irritan y dañan el interior de las arterias, haciendo que, con el paso de los años, éstas pasen de ser conductos lisos y amplios a ser como grutas, estrechas y rugosas.

 

 

El Exceso De Colesterol

 

Antes de nada, hemos de aclarar a qué nos referimos cuando hablamos de exceso de colesterol. Aunque oficialmente se consideran excesivos niveles por encima de 220 mg/dl, dicha cifra responde más a intereses farmacológicos que a razones fisiológicas. Es verdad que demasiado colesterol puede arruinar la salud arterial, pero… ¿Cuánto es demasiado? Pues un nivel superior a 300 mg/dl. Existen personas con lo que conocemos como Hipercolesterolemia congénita, dicho trastorno cursa con niveles extremadamente altos de colesterol, de hasta 500 mg/dl. Ante tal exceso de colesterol, el organismo deposita dicha substancia en la piel de los codos y párpados formando bultos (xantoma) así como en las arterias…

Vemos entonces que aparte de algunos casos concretos los niveles de colesterol no deben preocuparnos ¡Aunque estén por encima de 250!

De todos modos, si se sigue al pie de la letra el programa que a continuación expondré, los niveles de colesterol bajarán ostensiblemente en caso de hallarse elevados. El tratamiento a base de estatinas es una completa aberración. La mejor forma de disminuir los niveles de colesterol es estimulando su excreción hepática a través de la bilis y evitando que se reabsorba en el intestino. Por último, me gustaría aclarar que el colesterol ingerido a través de la dieta no tiene una influencia significativa sobre los niveles sanguíneos del mismo. No obstante, la mayoría de alimentos ricos en colesterol nos son demasiado idóneos para la salud arterial ni para la salud en general, no por el colesterol, sino por otros motivos, como su contenido en purinas o ácido araquidónico.

 

 

El Exceso De Proteína

 

¡He aquí la raíz de la patología vascular! Durante años los nutricionistas y cardiólogos nos alertaron contra el consumo de grasas saturadas y colesterol, ahora también hay una corriente que responsabiliza a los carbohidratos, especialmente refinados, con razones de peso. Sin embargo, exceptuando los naturistas y algunos bioquímicos y médicos aislados, nadie ha alzado la voz en contra del consumo de un exceso de proteína.

En primer lugar, desde comienzos del siglo XX, se vienen realizando experimentos como los de Hindhede, Chittenden, McCay, Terroin y Hegsted en los que queda patente que las cantidades recomendadas actualmente son a todas luces excesivas. Dichas recomendaciones datan del periodo de posguerra de los años cuarenta, en el que había riesgo de desnutrición y se sobredimensionó dicha cantidad para establecer un margen de seguridad.

Sin embargo, la cantidad de 1 gramo diario de proteína por kilo de peso resulta excesiva máxime cuando basta incluso la cuarta parte, es decir 0,25 gramos diarios por kilo y lo que resulta más controvertido, de origen vegetal.

LotharWendt ha demostrado que todo exceso de ingesta proteica, en el cual es muy fácil incurrir, puede depositarse en las membranas basales y sentar las bases de la hipertensión arterial y la arterioesclerosis, entre otros muchos trastornos. Esto depende en última instancia de la capacidad ureogénica del hígado. Oficialmente se acepta que todo exceso de proteína que no es utilizado para reemplazar y construir tejidos es metabolizado para generar energía, y el amoníaco resultante del proceso es transformado en urea y eliminado por vía renal. Sin embargo, la capacidad de metabolizar y excretar aminoácidos es muy variable de una persona a otra. Las personas con escasa capacidad para sintetizar urea, serán más proclives a desarrollar arterioesclerosis ante una misma ingesta proteica que las personas con un metabolismo efectivo de la misma. Sin embargo, toda ingesta proteica por encima de nuestras necesidades, aún si se dispone de capacidad para excretar dicho exceso, no conlleva ningún beneficio, sólo fatiga nuestros órganos, especialmente riñones e hígado.

Como veníamos diciendo, el exceso de proteína bien puede acumularse en las membranas basales. Las membranas basales son como una malla que separa los tejidos epiteliales de la sangre y a través de las cuáles debe pasar ésta para llegar a dichos tejidos. Cuando dicha membrana acumula el exceso de proteína no excretado obviamente se engruesa, por lo que si dicha situación persiste, la sangre tendrá dificultades para atravesarla, siendo necesario entonces que el corazón redoble la fuerza con que impulsa la sangre. Este proceso es el que llamamos hipertensión arterial.

Las arterias más finas reciben sus nutrientes directamente de la sangre captándolos de la circulación a través de las membranas basales. Si dicha membrana se engrosa, los nutrientes llegarán con más dificultad y las arterias, faltas de nutrientes se volverán más proclives a esclerosarse.

Además, dicho proceso contribuye sobremanera al trastorno conocido como resistencia a la insulina que es ni más ni menos que la antesala de la diabetes tipo II.

Claro que una vez se manifiesta este trastorno, a la persona se le reducen los carbohidratos y nada se le advierte en cuanto a proteínas se refiere.

 

 

Exceso De Inflamación

 

El exceso de inflamación tiene como resultado el daño a la pared arterial y la formación de placas de colesterol y calcio para subsanar dichas lesiones.

¿Cómo moderar la inflamación?, limitando los niveles de ácido araquidónico.

Esto se logra de la siguiente manera:

  • Evitando grasas animales en general
  • Desterrando por completo aceites ricos en ácidos grasos de la serie omega 6, como el de girasol, maíz, sésamo, pepita de uva, calabaza, cáñamo… aún siendo de primera presión en frío. En definitiva, ningún otro aceite excepto el de oliva y el de coco son saludables.
  • Controlando la secreción de insulina, la insulina estimula la síntesis de ácido araquidónico. De hecho, los niveles de insulina en ayunas son uno de los parámetros más predictivos de un infarto cardíaco. A mayores sean los niveles, más probable será el infarto. Matemático.

Se ha propuesto restringir la ingesta de carbohidratos como medio para controlar la secreción de insulina. Mala idea, si restringimos los carbohidratos indefectiblemente tendríamos que aumentar la ingesta de alimentos proteicos con todos los inconvenientes que conllevan. Mucho mejor es aumentar la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina para que de este modo la secreción no sea excesiva. Afortunadamente contamos con muchos medios para aumentar la tolerancia a los carbohidratos. Se trata de los ahorradores de insulina. De ello hablaremos más adelante. Pero ante todo desearía condenar categóricamente el funesto azúcar, la bollería, repostería y confitería, así como el consumo cotidiano de pan y galletas. Obtengamos nuestros carbohidratos de frutas, verduras, tubérculos y cereales no procesados, mas no de semejantes aberraciones gastronómicas.

El exceso de insulina se produce al ser incapaz el hígado de absorber la glucosa circulante del torrente sanguíneo. Para compensar dicha situación, el páncreas aumenta su secreción de insulina a fin de que el hígado responda y capte la glucosa.

Sin embargo, dicho exceso de insulina genera un alto grado de inflamación en el resto del organismo, al ser estimulada en exceso la síntesis de ácido araquidónico.

Es como si conversaran varias personas, una de las cuales fuera sorda. Para que tal persona pudiese participar en la conversación, los demás tendrían que elevar la voz para que la persona sorda se enterara, lo cual a su vez sería molesto y aturdiría al resto que no son sordos.

La principal causa de que el hígado se vuelva insulinorresistente es el engrosamiento de la membrana basal, debido a un exceso de proteínas que impide que la insulina llegue a la membrana celular, así como la ingesta de grasas saturadas, que confiere rigidez a la misma y dificultan la entrada de la insulina en la célula. El ácido araquidónico también favorece la insulinorresistencia, siendo fácil caer de este modo en un círculo vicioso.

Los ácidos grasos omega 3 bloquean la síntesis de ácido araquidónico, amén de muchos otros efectos benéficos. Es por ello que son los grandes aliados de la salud cardiovascular. Pero con una ingesta ocasional de pescado azul no es como se obtienen resultados palpables. La dosis eficaz es de varios gramos diarios. A este respecto no sirve de nada 1 ó 2 perlitas de aceite de pescado, hacen falta más, en torno a 9-15 perlas diarias. La mejor forma de saber si la dosis ingerida es la correcta es la realización de un perfil de ácidos grasos.

 

 

Homocisteína

 

La homocisteína es un derivado del aminoácido metionina, presente en gran cantidad en las proteínas animales y las semillas oleaginosas, especialmente el sésamo. La homocisteína genera un gran daño a las arterias, además recientes investigaciones asocian dicha substancia con otras patologías degenerativas, esquizofrenia y envejecimiento.

Los niveles óptimos de homocisteína deberían ser inferiores a 5mMol.

La mejor manera de bajar dichos niveles es mediante una adecuada ingesta de vitaminas B6, B12 y ácido fólico, así como no ingerir más de 0,7 gramos de proteínas por kilogramo de peso.

 

 

Otros factores a tener en cuenta

 

Los radicales libres también juegan un papel importante en la génesis de la arterioesclerosis. Sin embargo, debo advertir que, aun corriendo el riesgo de parecer demasiado reiterativo, la ingesta excesiva de proteína animal ejerce un gran estrés oxidativo debido al metabolismo de la anteriormente citada metionina y su derivado la homocisteína.

Otro factor que supone un gran estrés oxidativo son las frituras, especialmente si se hacen con aceite de girasol o de maíz. Tampoco podemos dejar de mencionar el tabaco. Pero hay un factor aterogénico insospechado y más importante: el agua corriente. El agua corriente contiene minerales inorgánicos que forman depósitos calcáreos en las arterias y además el cloro que se le añade genera un gran estrés oxidativo en las arterias y agota nuestros antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E. Paralelamente al agua corriente debemos descartar igualmente el agua procedente de filtros alcalinizantes por el mismo motivo. Y aunque lo trataré en un próximo artículo, debe saber que el organismo no se alcaliniza bebiendo agua alcalina que es al todas luces nefasta para la salud.

 

Plan de acción para revertir la arterioesclerosis

 

Beber exclusivamente agua procedente de destiladora o de filtro de ósmosis inversa, cocinar también exclusivamente con ella.

Además de consumir a diario:

  • Vitamina C:2-3 gramos con cada comida es una buena dosis
  • Complejo B: 50 mg. 1 cápsula con el desayuno
  • Ácidos Grasos Omega 3 monitorizados, de 9 a 15 perlas diárias
  • Vitamina E: 400 unidades en desayuno
  • Vitamina A: 4000 unidades en desayuno
  • Selenio: 400 mcg. En desayuno
  • Óxido de magnesio: 300 mg. con cada comida
  • Lisina: 1 gramo antes de cada comida con estómago vacío

Podemos añadir también:

  • Coenzima Q10 (30 mg.) en desayuno, comida y cena
  • Extracto de ajo: 1 cápsula en la comida
  • Extracto de ginkgo: 1 cápsula en la comida, ya que son coadyuvantes para este protocolo.

El programa que acabamos de exponer, está inspirado en las enseñanzas de los pioneros de la nutrición ortomolecular y en las investigaciones de la Dra. Clark. Todos los nutrientes señalados son imprescindibles para obtener unos buenos resultados. Aquellos profanos en cuanto a nutrición se refieren podrán considerar exageradas dichas recomendaciones tanto por las dosis empleadas como por la cantidad de nutrientes utilizados. Nada más alejado de la realidad. Téngase en cuenta que estamos tratando de revertir un proceso que ha necesitado varias décadas en formarse, en aproximadamente 1 o 2 años.

 

PROGRAMA CONTRA ARTERIOSCLEROSIS

Tabla