«Angiostrongylus cantonensis, el parásito asiático que puede destruir tu cerebro ya ha llegado a España»

En el año 2022 la revista Emerging Infectious Diseases publicó el hallazgo de ejemplares del parásito Angiostrongylus cantonensis en ratas capturadas en el área urbana de Valencia. Es la primera vez que se detecta dicho parásito en la Europa continental, desmintiendo así la creencia de que dicha especie solo se encuentra en Asia, África y América. Es un grave error asumir que hay parásitos que solo están presentes en una región concreta del mundo, pues debido a los intercambios comerciales y los viajes, parásitos cuya presencia se circunscribía antaño a África o Asia ahora mismo están presentes en todo el planeta. La doctora Hulda Clark encontró en numerosas ocasiones parásitos que teóricamente solo están presentes en Asia o África en pacientes que nunca estuvieron en dichos lugares…

Angiostrongylus cantonensis es especialmente peligroso debido a que las larvas entran con gran facilidad en el cerebro, atrayendo a los eosinófilos, un tipo de leucocito especializado en combatir parásitos. Para destruir a las larvas, los eosinófilos producen sustancias altamente tóxicas y proinflamatorias  que generan daños en el cerebro. Las larvas muertas se descomponen liberando sustancias nocivas que exacerban aún más la respuesta inflamatoria, agravando la sintomatología. La reacción inflamatoria producida por las larvas de Angiostrongylus cantonensis se denomina meningoencefalitis eosinofílica y los síntomas típicos son dolor de cabeza intenso, rigidez de nuca, sensación de hormigueo y adormecimiento en extremidades, vómitos y en casos extremos parálisis y muerte.

Angiostrongylus cantonensis tiene como hospedadores intermediarios a los caracoles y babosas, es decir, necesita completar una fase de su ciclo vital dentro de estos moluscos, aunque también puede hospedarse en gambas, cangrejos y ranas. Hay quien considera que consumir caracoles es seguro siempre y cuando se cocinen bien, lo cuál es un disparate, pues el parásito también puede transmitirse al tocar un caracol o babosa y llevarse las manos a la boca o a los ojos de forma inconsciente. EL MERO HECHO DE LAVAR Y PREPARAR LOS CARACOLES YA IMPLICA CIERTO RIESGO. Un claro ejemplo de lo peligrosos que pueden ser los caracoles y babosas fue el trágico caso del australiano Sam Ballard (1989-2018), jugador de rugby, quien con 19 años fue retado por sus amigos a que se comiera una babosa; Sam aceptó el reto y como resultado se infectó con el parásito Angiostrongylus cantonensis, lo que le produjo una meningoencefalitis eosinofílica por la que estuvo en coma 420 días; Permaneció  ingresado en un hospital un total de tres años y quedó parapléjico; Finalmente murió con 29 años.

Afortunadamente, el Angiostrongylus cantonensis puede eliminarse con tintura de nogal, ajenjo y clavo. Para atenuar la reacción inflamatoria que generan los parásitos al morir, la doctora Clark aconsejaba tomar Lipasa & Pancreatina, una combinación de enzimas que ayuda a degradar los cadáveres de los parásitos tras un tratamiento desparasitante. Si quieres conocer en detalle el protocolo desparasitante a base de tintura de nogal, ajenjo y clavo, pulsa AQUÍ

VER EN LA TIENDA

Articulo escrito por Ignacio Chamorro, Miembro de la Dr Clark Research Association

Si tienes alguna consulta puedes hacerla aquí

En estos artículos no recibirá consejos médicos, pero sí pautas basadas en la naturopatía, la nutrición orto-molecular y las investigaciones de la Dra. Clark. Los consejos dados no implican necesariamente que la medicina oficial esté de acuerdo con ellos.

Para cualquier consejo médico acuda a su médico!

DISTRIBUIDORES

DISTRIBUIDOR CENTRAL

Dr Clark Zentrum:
Mail: info@drclark.com. Web: eu.drclark.com